METRONIDAZOL
El metronidazol viene utilizándose desde hace más de medio siglo. Aunque inicialmente se empleaba para el tratamiento de Trichomonas vaginalis, años más tarde se reconoció su eficacia para combatir ciertos gérmenes anaerobios y protozoarios, así como la bacteria Helicobacter pylori, responsable de buena parte de las úlceras y gastritis crónicas.
A día de hoy el metronidazol se emplea en diversas patologías, como abscesos cerebrales, endocarditis infecciosas e infecciones óseas, cutáneas, articulares y pleuropulmonares. También ha demostrado su efectividad profiláctica en infecciones quirúrgicas y otros tratamientos como en el caso de la periodontitis, la enfermedad de Crohn, amebiasis o la vaginosis bacteriana.
Indicaciones y posología del metronidazol
El metronidazol debe tomarse durante las comidas. Las dosis varían dependiendo de la patología que deba tratarse,
Se utiliza para el tratamiento de infecciones debidas a parásitos y bacterias frente a las que es activo este medicamento. Las infecciones susceptibles de tratamiento con metronidazol son:
Lambliasis; amebiasis intestinal y hepática; infecciones por bacterias anaerobias, debidas al Bacteroides fragilis, Clostridium perfringes y otras bacterias anaerobias; y afecciones por Trichomonas (uretritis y vaginitis).
Contraindicaciones
Se recomienda no consumir bebidas alcohólicas simultáneamente con Metronidazol, debido a sus efectos adversos.
Se prohíbe su administración durante los primeros tres meses de embarazo.
Se desaconseja su uso durante la lactancia.
No utilice este medicamento si ha presentado síntomas de alergia al Metronidazol o a los nitroimidazoles, o a alguno de los excipientes de la formulación.
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